POR QUÉ RAZÓN NO FUí A TRABAJAR CON JOSÉ JOSÉ?

En 1984 el cantante mexicano José José me propuso trabajar con él en su proyecto empresarial al que denominó "José Sosa Producciones": había decidido contratar jóvenes comunicadores para promocionarse en América Latina. Me asignaría Ecuador, Perú, Colombia y sin duda algo de México. Su idea era mantener un departamento de publicidad y relaciones públicas internacionales con varias contrataciones periodísticas (de afuera). La idea era sensacional. Me comentó que tenía algunos "reclutados" próximos a viajar para establecerse en el DF.
No entré en detalles, solo escuché su propuesta. Lo hizo luego de leer mi publicación (La Segunda de Meridiano) sobre la entrevista que me proporcionó un día anterior. Respondí a su llamada; la hizo su asistente Anathan Briss.
Nuestra reunión fue en el desaparecido Hotel La Moneda de Guayaquil  (Ecuador), "te dejo el dinero o te compro el pasaje" me dijo. Le respondí que me deje pensarlo. No podía creer sobre  tamaña  propuesta. Me detenían dos cosas: 1) mi hijo mayor estaba por cumplir tres años; no quería perderme  su crecimiento. 2) apenas empezaba en estos caminos de la comunicación, no era un experto y temía fallar en un país extraño.
Pasaron los días y no le tenía una respuesta. Me enredaba la cabeza cada pensamiento. 
Tres días después, una nueva llamada; lo conversamos y entramos en puntuales detalles sobre lo que yo haría en su empresa mexicana, por inaugurar. Nuevamente pausé  alguna decisión personal. Sopesar  ambas cosas era difícil. José José continuaba en Ecuador. Permaneció por un mes la gira.
La siguiente semana coincidimos en un hotel de la ciudad de Quito. Yo debía hacer  cobertura del programa "Siempre en domingo"  que se presentó en el estadio Atahualpa. Nos encontramos de casualidad en el restaurante del hotel Alameda Real ¡jamás pensé que me identificaría!...apenas dos encuentros habíamos tenido. 
Se aproximó a la mesa que compartimos con el colega Rubén Reyes Ramírez y el entonces animador de televisión conocido como Saturnino; "hola Alsino...señores", nos saludó  cordialmente y sencillo. Fue sorprendente. Me puse de píe y no supe qué responder sobre su reiterada propuesta. Nerviosamente me disculpé y le eché el cuento de mis "ocupaciones periodísticas", realmente yo no tenía una definición "estaré quince días más por aquí. Tú sabes como localizarme...saldré para Cuenca..."un diálogo del que poco recuerdo, sin embargo,  temas precisos que no se pueden olvidar como la reiteración de dejarme comprado el pasaje resuenan en mi cabeza, todavía.
Hace pocos días se contactó conmigo  Anathan Briss, lo localicé en las redes y me alegró su reacción. Me escribió de inmediato y evocamos esa historia "Se acordaba de ti cuando hablábamos de Ecuador" me dijo Anatthan, al referirse sobre sus diálogos con el Príncipe de la canción.
 
Ya no quiero contar más: me conmueve ese capítulo. Solo quiero dejar escrito aquel maravilloso momento de mi etapa  en el periodismo del entretenimiento en Ecuador.
Alguien contactará a Briss, está en Facebook; el conoce mucho sobre  el mexicano...más de  lo que se imaginan, también sobre esta historia.