Año 1987: José Luis Rodriguez estaba en el top de las preferencias musicales, Dueño de nada , Silencio, Voy a perder la cabeza por tu amor, y otras .Llegó al Ecuador para realizar presentaciones en Guayaquil y Quito. De acuerdo al texto que encontré en una de las corresponsalías que en mi agitada juventud realizaba para la Revista USA 23 Millones de Miami, puedo ver que no le fue bien.
Esa ocasión la empresa que lo representaba discograficamente, convocó a una rueda de prensa en la residencia del empresario Francisco Feraud Aroca (Urdesa /Guayaquil). "El Puma"
se había convertido en una figura mediática por su escandaloso divorcio de la cantante venezolana LIla Morillo y su romance con la modelo cubana Carolina Pérez, el escándalo fue
más sonado porque la expareja predicaba la doctrina cristiana; aquella generación era más radical con sus feligreses.
En fin!, esa no es la historia. En aquella rueda de prensa el artista se mostró amable, pese a su marcada arrogancia que contrastaba con esa imagen de artista seductor y romántico.
Todo iba bien hasta cuando el periodista Rubén Reyes Ramirez le preguntó sobre su situación sentimental de ese momento ¿Cómo siendo Cristiano usted vive en pecado
y no se casa con su pareja? la actitud del artista cambió y sus respuestas no fueron muy inteligentes. Contagiado por el momento re-pregunté "sobre la
picada".
Han pasado algunas décadas y nos olvidamos de lo contextual pero nunca olvidamos el sentido de la pregunta; la relacioné con su abrupto romance y separación considerando su
doctrina y si aquello hacía infeliz a terceros? (sus hijas). No terminé la frase y su tajante respuesta me sonó a otra pregunta " ¿¡Y usted es feliz cuando se levanta de su
cama!?. Yo era un veinteañero que sin duda no tenía esas preocupaciones, todavía.
Hubo un breve intercambio de expresiones que irritó aquel ambiente (unos minutos) sin mayores incidentes porque de inmediato el periodistas Roberto López (El Universo) le puso otra onda al
asunto. Le preguntó si acaso en su espectáculo bailaría el "Pavo real". La prensa internacional de esos días publicó que al El Puma lo tenía sin ritmo una lesión en la pierna, no se
movía como acostumbró a sus fans. El clima cambió, me quedé sentadito y renuncié a tomarme la foto con el popular artista.
Seguí en el evento y no quise volver al ruedo de las preguntas; su actitud no me cayó nada bien y evité otro mal rato con el caballero porque entre los dos quedó el "pito tocado".
Por esos tiempos hubo un encuentro futbolístico de interés nacional con el equipo guayaquileño Barcelona que inauguró su estadio, el cantante fue invitado a las canchas para hacer
un recorrido frente al público, como estrategia publicitaria de su anunciado espectáculo. La foto de la publicación que comparto en este articulo, es de aquel día. El fotomontaje
artesanal no salió tan mal.
Sin duda alguna que esta publicación demuestra que yo había quedado medio enojado con el venezolano e intenté arremeter con mis herramientas que disponía para que
el mundo conozca algo de verdad de aquellos engrandecidos.
No sé si estuvo bien o mal lo que hice pero, ya lo hice.